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La ciudad de Córdoba en Andalucía tiene nada menos que cuatro hierros en el fuego en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Eso es más que en cualquier otro lugar del mundo. Nada mal para una ciudad de 330.000 habitantes. Veamos qué hace a Córdoba tan especial.
En primer lugar, y probablemente la mayor atracción, está la gigantesca Mezquita. Este edificio es una curiosa mezcla arquitectónica de mezquita y catedral. La razón de esa combinación inusual es simple. Tras la expulsión de los gobernantes musulmanes en el siglo XIII, las mezquitas en España solían ser demolidas y sobre los cimientos se construía una iglesia o una catedral. Córdoba eligió una solución diferente. La mezquita se salvó, pero a lo largo de los años se agregaron más y más elementos de la iglesia. El cambio más importante tuvo lugar en el siglo XVI cuando se realizó una 'nave' de estilo renacentista en el corazón del edificio. Eso hace de la Mezquita Catedral uno de los lugares de culto más singulares del mundo.
No tienes que ir muy lejos en Córdoba para vivir experiencias más especiales. El centro antiguo aparece en su conjunto en la lista del patrimonio de la UNESCO. Un paseo por las calles estrechas hace que el crisol de influencias a través de las edades sea inmediatamente visible. A poca distancia de la majestuosa catedral, se pueden encontrar evidencias del pasado romano en las ruinas de un templo, un mausoleo, las antiguas murallas de la ciudad y el hermoso puente romano sobre el río Guadalquivir. Se pueden ver más referencias a la época árabe en el minarete de San Juan del siglo IX y en los once molinos de agua construidos a lo largo del río en la época árabe. En Córdoba también se encuentran los baños árabes del siglo X. Ahora se ha construido un museo alrededor de sus restos.
Entre otras cosas, 12 iglesias y la fortaleza del Alcázar dan testimonio del pasado cristiano, que tuvo una importante función militar en la Edad Media y sirvió también de alojamiento a varios monarcas españoles. El complejo es popular por el esplendor que se puede admirar en su interior y los idílicos jardines y patios. Por último, merece la pena visitar el barrio judío con una interesante sinagoga.
Una tercera atracción de la UNESCO se lleva a cabo en la segunda y tercera semanas de mayo. La fiesta de los patios es un concurso para decorar con flores los numerosos patios. Debido a que Córdoba tiene muchos de estos patios, este festival se ha convertido en un fenómeno internacional desde sus inicios en 1933. Los residentes participantes transforman sus patios en un gran mar de flores, que atrae a muchos visitantes cada año.
La última de las cuatro entradas de la UNESCO se puede encontrar a pocos kilómetros de la ciudad. La Medina Azahara es la gran ciudad en ruinas, que fue construida por los moriscos a principios del siglo X. Aunque solo se ha excavado y restaurado una pequeña parte del enorme complejo, no es difícil imaginar la importancia de la ciudad fortificada en ese momento. Un paseo por la zona proporciona una buena idea de esto. Los visitantes pueden ver los restos de un palacio, mezquita, baños árabes, residencias y otros edificios importantes.
