¿Estás listo? Perros con gorros navideños, trajes rojos y, a veces, incluso cuernos de reno. Adultos y niños disfrazados de manera similar. Una confusión de lenguas, encuentros culinarios alegres. En resumen: un ambiente de calidez y hermandad que encaja perfectamente con el espíritu navideño.
Estamos hablando de la fiesta anual de Navidad en la playa de La Zenia. Hace más de 10 años, un pequeño grupo de residentes extranjeros de Orihuela Costa colocó sus sillas de playa y una nevera bien llena en la arena de la playa de Cala Bosque. Probablemente no se dieron cuenta en ese momento, pero había nacido un nuevo fenómeno: Navidad en la playa. Si los dioses del clima están de nuestro lado, este año, el día de Navidad, miles de extranjeros de todos los rincones del mundo sin duda se reunirán nuevamente para celebrar juntos.
El éxito de la reunión anual se debe, sin duda, a su espontaneidad desorganizada, su ambiente relajado y las amistades inesperadas que se forjan.
Hay una buena razón para esto último. Muchos asistentes tienen la costumbre de compartir “delicias” culinarias de sus propios países con vecinos al azar en la playa.
El intercambio de alimentos típicos de decenas de países diferentes suele tener un efecto unificador. Y seamos sinceros: el amor, como se dice, entra por el estómago.
En lo que respecta a la comida y bebida, cada vez más personas que celebran la Navidad llegan bien preparadas a la playa. Por supuesto, están las neveras bien surtidas, sillas plegables, mesas de picnic y sombrillas para pasar el día cómodamente. Pero también aparecen barbacoas y estufas de gas por todas partes, de modo que se pueden preparar aperitivos frescos en el acto, a menudo compartidos con otros.
Todo esto hace que la reunión anual (según muchos, la fiesta de Navidad en la playa más grande de Europa) sea un éxito rotundo año tras año.
También ayuda el hecho de que no hay un comité organizador que planifique y coordine todo. La espontaneidad es la clave de estas festividades. También significa que nunca se sabe de antemano qué entretenimiento habrá en el programa. Pero la música en vivo está más o menos garantizada.
Mucha gente llega a la playa alrededor de las 10:00 a.m. No es mala idea, ya que los atascos en la N-332 y los problemas de aparcamiento pueden ser difíciles de evitar más tarde.
Ahora, la última palabra la tienen los dioses del clima.