Casa Morisca en el campo de Crevillente ha sido bautizada con cariño como la Mini Alhambra. Es un apodo bastante pretencioso, que obviamente es difícil de cumplir. Sin embargo, este oasis marroquí, distribuido en varias hectáreas, tiene éxito en casi todos los frentes.
Lo que le espera al visitante después de un viaje por un camino polvoriento y sin asfaltar supera todas las expectativas. Un complejo de exuberantes jardines y edificios moriscos con una decoración atractiva lleva a los huéspedes de una sorpresa a otra. Es fácil pasar horas paseando por este sereno oasis, que es un festín para todos los sentidos. Dondequiera que vaya, hay una nueva oportunidad para tomar una hermosa foto o disfrutar de una taza de té con pasteles marroquíes o baklava en un ambiente privado.
El acceso al jardín de té y a los edificios cuesta 7 euros (nivel de precio 2020). Los refrescos están incluidos. Durante los meses de invierno, el complejo Carmen del Campillo, como también se le conoce, abre a las 16:00 horas y en verano a las 18:00 horas. Se eligió la apertura tardía, porque al caer la noche el ambiente ya súper relajado se realza de manera óptima con la iluminación de las muchas lámparas de vidrio, el aroma de jazmín y pavos reales que vuelan o caminan entre los edificios. Cuando hace frío, las chimeneas están encendidas.
El hecho de que Casa Morisca sea todavía tan desconocida se debe quizás a su lejanía, la mala señalización y el hecho de que Crevillente no figura en la lista de pueblos para visitar para la mayoría de la gente. Pero este compex merece más. Rara vez encontrará un oasis en algún lugar, que haya sido creado con tanto sentido del gusto y detalle. Para obtener más información, visite el sitio web de Carmen del Campillo o los numerosos galardones en Tripadvisor.